24.9.20

No soy Van Gogh ni Susanita.

Perdí a mi padre que era todo. Mi capital y mi deuda, mi oponente, mi aliado, la única persona que podía darme la felicidad en la mano o con una sola palabra.

Dejé el alcohol y los amantes. Las drogas que me hacían colgarme de los puentes. El café y los cigarrillos.

Hay días en que quisiera haberle regalado mi casa al linyera de la esquina y salido a buscar la vida. Haber tenido diez hijos en vez de uno para permanecer en la feliz anarquía del desborde. Días en que hubiera preferido estudiar publicidad, abortar, casarme bien, tener muchísima plata. Que no me importe la ceniza en la alfombra ni quemar billetes de cien. Como a los millonarios, como a los delincuentes juveniles.

Me quedan los libros. El fuego, el calor de establo, los libros, dormir abrazados, hacer la tarea y los libros.

Cuartos con espejos, selva urbana y de la otra, desiertos, efritas insaciables, gitanos, rivales de la muerte concebidos por hombres que a veces no regalaban sus casas, hombres algunos que no cambiaban de mujer todas las noches. La vida de esos hombres me consuela con la expectativa seguramente falsa de que un día voy a ser como ellos. Las criaturas que engendraron me completan.

1 件のコメント:

CANCEROLAZO 2021 さんのコメント...

no es verdad que me parezca deprimente como siempre, el final es redentor y siempre que hay un mensaje positivo dicho por Ciorán o Schopenhauer o el Eclesiastés, parece más positivo que si lo dice alguien más fuerte con menos anemia anímica.

de toda nuestra discusión Kafka versus Picasso lamento que perdure esta focalización en la carencia, todo lo que dejaste o te dejó y las consecuentes idealizaciones nostálgicas.
"calor de establo" es de Nietzsche para condenar la familia-como Platón y Jesucristo y todos los sabios la condenaron, te falta muy poco tiempo de seguir construyendo la nuestra para que la condenes vos también...al éxcito.
Nunca vas a escribir públicamente lo que ganaste perdiendo lo que perdiste pero sabélo, los demás lo sabemos.